
Obra de Vicente Cutanda del año 1893. Pertenece a una colección particular

Obra de Vicente Cutanda del año 1893. Pertenece a una colección particular

Obra de Louis Toffoli del año 1981. Pertenece a una colección particular

Obra de Julio Romero de Torres del año 1920. Pertenece al Museo Julio Romero de Torres de Córdoba

Obra de Edvard Munch del año 1900. Pertenece al Museo Munch de Oslo, Noruega.

Obra de Leon Zernitsky del año 2014. Pertenece a una colección particular

Obra de Vasili Polénov del año 1886. Pertenece a la Galería Tretryakov, Moscú, Rusia.

Obra de Jacob Lawrence del año 1950. Pertenece al MOMA, Museo de Arte Moderno, New York, USA

Obra de Alice Neel del año 1953. Pertenece al Museo de Arte de Philadelfia, USA

Pintura anónima de Pío Baroja como médico de espuela en Cestona. Atendiendo donde vivía el niño que presentaba un cuadro de anginas. Del año 1896.

Alegoría de la Medicina, Roma 1754
Detalle del fresco ‘Alegoría del progreso de las ciencias y las artes […]’ («Allegoria del Progresso delle scienze e delle arti […]»), Istituto Nazionale di Studi Romani, antiguamente Biblioteca del Convento dei santi Alessio e Bonifacio all’Aventino, Roma.
Pintado en 1754 bajo la dirección del cardenal Antonio Andrea Galli, el fresco muestra una personificación de la medicina en la forma de un profesional médico examinando un frasco de orina, un símbolo tradicional del diagnóstico médico, junto con un diagrama anatómico del sistema renal y asistentes que preparan recetas médicas.
El fresco fue creado durante un período de renovación arquitectónica e intelectual en el complejo Sant’Alessio en Roma, dirigido por los arquitectos Giovan Battista Nolli y Antonio Tommaso De Marchis.
El cardenal Angelo Maria Querini, entonces prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana, supervisó estos cambios. El abad Felice Maria Nerini, estudioso de Newton y promotor de los estudios científicos, encargó el fresco para representar el avance del conocimiento científico y artístico.
Si bien la representación de la medicina es tradicional, la creación de este fresco constituye un registro de la activa investigación médica y científica de Roma apoyada por la Iglesia Católica en el siglo XVIII.